domingo, 25 de octubre de 2015

El laberinto

Laberinto

Don Pepe, el patriarca de la familia Nava, estaba gravemente enfermo y la familia se reunió para ver la forma de ayudarlo. Después de varias horas de dimes y diretes, llegaron a una sabia conclusión: que Don Pepe necesitaba medicamentos.
Como el rancho de Don Pepe se halla a varios kilómetros de la ciudad, se necesitaba un medio de transporte para ir a comprar los medicamentos. Remigio, el hermano de Don Pepe dijo que él no podía ir a la ciudad pero que con gusto prestaba su camioneta. Sin embargo, la camioneta estaba descompuesta y deberían ir por el mecánico que vivía al otro lado del río.
Tiburcio, un sobrino de Don Pepe, dijo que él iría por el mecánico y así lo hizo. Sin embargo, el río estaba crecido y no pudo pasar. Ambrosio, otro sobrino de Don Pepe, dijo que él podía pasar si utilizaba una canoa pero necesitaba construirla y no tenía la madera adecuada. Rutilo, un amigo de Ambrosio dijo que él podía conseguir la madera, que sabía de un lugar donde había muy buenos árboles. Sin embargo, necesitaba una motosierra para cortar los árboles y se la pediría prestada a Don Pancracio, quien aceptó prestarla pero dijo que no tenía batería. Facundo dijo que él iría a la ciudad en su caballo para comprar la batería. Sin embargo tenía que ir a buscar su caballo que se hallaba perdido en el potrero.
Cabe aclarar que cuando se halló el caballo de Facundo, Don Pepe ya había muerto, sin embargo, el proyecto de la batería, la motosierra, los árboles, etc. continuó mucho después…

Linea de producción

Una planeación para la “línea de producción”
El supervisor convoca  a una junta para solucionar algunos problemas en la línea de producción acusando a los trabajadores de la mala calidad del producto.
El encargado de calidad dice que le hacen falta instrumentos de medición para poder demostrar que la materia prima está llegando de mala calidad. ¿Cómo desea que se haga un buen pan si la harina viene mala?
El encargado de la línea se queja de falta de recursos y que los trabajadores no saben trabajar en equipo.
El supervisor ignora los requerimientos de los instrumentos de calidad diciendo que debemos trabajar con lo que tenemos y obliga a que cada departamento elabore una planeación de lo que hace cada uno minuto a minuto y con la consigna de que no se debe trabajar individualmente, sino en equipo. Y que además, para todo lo que se mida debe haber rúbricas.
Todos los departamentos iniciaron la elaboración de su correspondiente planeación.
Los trabajadores del departamento de Almacenes también iniciaron la elaboración de su planeación trabajando en equipo. Se repartieron el trabajo y cada uno realizó la actividad que mejor sabía hacer. Marcos puso su computadora, Pablo se encargó de la redacción, Lucas puso la  impresora, a Santiago le tocó poner las hojas para la impresión, Mateo puso los tacos de harina de papa y de chorizo. Juan no participó porque que estaba incapacitado y Magdalena no quiso participar aduciendo que debía llevar su hijo al médico.
A la hora de firmar la planeación todos firmaron. Los compañeros de Juan permitieron que éste firmara ya que estaban conscientes de su incapacidad. Sin embargo no permitieron que firmara Magdalena.
El resultado del trabajo del departamento de Almacenes fue una planeación muy bien estructurada, a color, con gran calidad, llena de rúbricas y listas de cotejo, la cual fue calificada por las autoridades superiores y obtuvo un diez.
Se hizo una convocatoria para premiar a los que hicieron la mejor planeación y ésta fue la del departamento de Almacenes. Todos los integrantes del departamento corrieron a inscribirse.
Juan corrió a inscribirse y logró hacerlo.
Magdalena también corrió a inscribirse y también logró hacerlo.
Marcos también corrió a inscribirse pero no fue aceptado porque no cumplía con los requerimientos de la convocatoria en relación al número de asistencias.
Lucas no fue aceptado porque no disponía de una carta firmada y sellada por el supervisor de que “siempre está al pie del cañón”.
Pablo estaba ocupado atendiendo la solicitud de materiales en el almacén, llenó la solicitud de inscripción y se la entregó a la secretaria del supervisor que en esos momentos se hallaba allí solicitando cinta para la máquina de escribir.
Santiago fue a inscribirse pero no logró hacerlo porque le faltaban documentos originales. Hacía pocos días que se habían metido ladrones en su casa y se llevaron todos sus documentos. Sólo disponía de copias. El supervisor le dijo que fuera con un notario público para obtener firma y sello en los documentos. Sin embargo, de nada serviría porque esa tarde se cerraba la convocatoria y en ese momento todas las notarías estaban cerradas.
Mateo estaba desempeñando una comisión y se le hizo un poco tarde por lo que cuando corrió a inscribirse no logró hacerlo porque llegó diez minutos después de que se cerró la convocatoria.
Pasados algunos meses llegó el tan ansiado día de la premiación. Pablo, Juan y Magdalena esperaban con ansiedad la hora de recibir su premio que era de 30000 pesos para cada uno. Sin embargo, Pablo se llevó una gran decepción cuando le notificaron que él no se había inscrito en tiempo y forma. Pablo aclaró que sí lo había hecho, que la solicitud de inscripción se la entregó a la secretaria del supervisor. La secretaria del supervisor alegó que sí había enviado la solicitud en tiempo y forma.
A Magdalena le notificaron que su inscripción se había cancelado debido a que su firma no estaba en la planeación. Entonces Magdalena empezó a llorar en forma desgarradora y dijo que no estuvo en la planeación porque estuvo ayudando a repartir despensas para el candidato.
Al final los resultados fueron los siguientes:
La investigación sobre la solicitud extraviada de Pablo quedó en nada. No recibió premio y, días después, halló su solicitud arrugada en el tanque de basura.
Santiago fue corrido del trabajo porque no tenía documentos originales que acreditaran sus estudios, sólo tenía copias y éstas no pudo certificarlas con un notario porque costaba mucho dinero.
Los únicos que recibieron premio fueron Juan y Magdalena. Los demás trabajadores terminaron odiando el trabajo en equipo alegando que se exigía esta forma de trabajo pero al otorgar un premio se hacía en forma individual.
La producción en la línea pasó a segundo término, lo importante era tener una planeación de calidad…. y el premio a “los participantes”.
La implementación de la planeación de diez nunca se llevó a cabo y la mala calidad del producto en la línea de producción continúa igual.